LEYENDAS ARGENTINAS
LA LEYENDA:
Las leyendas son narraciones fantásticas, que intentan explicar
- el origen de un pueblo;
- algunos fenómenos de la naturaleza (la lluvia, los relámpagos, los truenos);
- las características de ciertos animales y plantas;
- el surgimiento de montañas, ríos u otros accidentes geográficos.
Como en toda narración, se pueden reconocer en ellas tres momentos: introducción, desarrollo y desenlace. Además, aparecen personajes y se menciona el tiempo y el lugar donde transcurre la acción.
Las leyendas son, generalmente, anónimas, es decir que no se sabe quién las creó. Se transmiten a través del tiempo en forma oral y se dice que son de creación colectiva porque cada narrador, al contarlas, las va modificando. Otras veces, tienen un autor individual y conocido.
LEYENDA DE LA ARAUCARIA
Un día, los indios mapuches, muy asustados, vieron que unos hombres de piel blanca, cargados de armas avanzaban sobre ellos. Venciendo su temor, los hombres del cacique mapuche Mallaucán, lucharon contra los hombres blancos.
La lucha fue larga, el hambre y el cansancio fueron debilitando a los mapuches.
Mallaucán guió a su pueblo hacia un bosque de araucarias, (son grandes árboles rústicos, espinosos, como pinos, los mapuches los llaman pehuén), y allí pidió a los dioses que protegieran a sus mujeres y niños.
Cuando todo pareció perdido, ocurrió lo inesperado: las ramas de las araucarias comenzaron a sacudirse y cayó una lluvia de frutos que se abrieron y dejaron ver sus semillas.
Estas semillas fueron el mejor alimento, para estas personas que comieron hasta hartarse; luego se sintieron con más fuerzas, volvieron a la batalla y vencieron a los españoles.
El fruto del pehuén o araucaria, había salvado a los habitantes de estas tierras.
LA LEYENDA DE LA LUNA
Una noche, en vez de refugiarse junto a su pueblo, se quedó sola en un lugar abierto. Al acercarse el puma, ella comenzó a correr muy velozmente. El animal la siguió, pero Quilla conocía perfectamente la región y sabía donde ocultarse. Así, durante dos días, fue alejando a la fiera de su pueblo.
Pero finalmente, en la tercera noche, el puma la acorraló. La joven se dio cuenta que estaba perdida. Sin embargo, contenta porque había logrado apartar a la bestia de su gente, se dispuso a morir.
En ese momento ocurrió algo asombroso: la figura de la muchacha comenzó a ascender por el aire hasta convertirse en un astro redondo y luminoso que quedó prendido en el cielo.
Los amigos de Quilla, que la buscaban intensamente, vieron la transformación y comprendieron lo sucedido......
A partir de ese momento, Quilla nunca los abandonó; los acompañó todas las noches con su luz.
LEYENDA DEL HORNERO
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